jueves, 4 de diciembre de 2008

Arizona baby

H.I. (Nicolas Cage) and Edwina (Holly Hunter) forman una pareja que no puede tener hijos. Desesperados por fomar una familia, deciden secuestrar un bebé a unos padres recientes de quintillizos. Tierna y enloquecida road movie. Formidable comedia con un sentido del humor agresivo y un reparto lleno de buenos personajes.
En Arizona baby (Raising Arizona, 1987) -segundo de los largometrajes de los Coen, que sucedió al brillante “debut en negro” con Sangre fácil (Blood simple, 1984)-, no asistimos apenas a ninguna muerte, salvo a la pirotécnica explosión de Leonard Smalls, híbrido a caballo entre Mad Max y un cuatrero de Leone, representación de todos los temores y pesadillas prefamiliares de H.I. Los goteos de violencia en Arizona Baby, alejada del sui generis revisionismo del cine negro propuesto en otros títulos de los hermanos Coen, enlazan más estrechamente con la herencia cartoons y más concretamente con el tipo de persecuciones, caídas, golpes o saltos por los aires que acostumbraban a protagonizar el Coyote y el Correcaminos, como bien indicaba Álex G. Calvo en Miradas. No obstante, no por ello el drama narrado queda aliviado de peso ni la crítica lanzada contra la concepción familiar que soporta el american way of life resulta menos inocua.
Fuentes: FilmAffinity y Cinestrenos.com
A continuación, el tráiler.

1 comentario:

EL QUINTO FORAJIDO dijo...

Una de mis eternas películas pendientes.