2001: Una odisea del espacio es una de las películas más importantes y famosas del género de ciencia ficción y del cine en general. Se proyectó en 1968 en Estados Unidos. Fue producida y dirigida por Stanley Kubrick. El argumento tiene su germen en un relato corto de Arthur C. Clarke, "The Sentinel", El Centinela, que está en el origen del monolito-vigía en la Luna, idea que se extendería a los otros dos monolitos, el de la Tierra y el que también hace las veces de testigo en el espacio, en las cercanías de Júpiter. En cuanto a la novela homónima de Clarke, se escribió a la vez que se desarrollaba el guión, según cuenta el propio autor en su libro "The Lost Worlds of 2001" (Los mundos perdidos de 2001), en el que describe también diversas anécdotas referentes al desarrollo del guión y de la película. La novela que surgió de la película fue a su vez fue el origen de la saga de novelas de las Odiseas Espaciales.
A partir del nuevo tratamiento de la historia de El centinela en el que Kubrick y Clarke trabajaron codo con codo, se alumbró por un lado la novela de Clarke 2001 una odisea del espacio donde se explicaban y aclaraban muchas de las claves de la película, y por otro la película de Kubrick del mismo nombre que es objeto de este artículo y que resulta mucho más críptica y abierta a interpretaciones que la novela.
Con respecto a su tiempo, sus efectos especiales fueron muy avanzados, y la película ganó un Oscar en dicho rubro. Ninguno de sus jóvenes protagonistas logró alcanzar la fama como actor. La banda sonora es muy interesante, con música de Richard Strauss (la introducción de Así habló Zaratustra), Johann Strauss hijo y György Ligeti que acompaña las imágenes del espacio.
Alex North compuso una gran obra musical para la película, pero Stanley Kubrick no la incluyó en ésta y, coincidiendo con el 25° aniversario de la película, salió a la luz de la mano de Jerry Goldsmith, convirtiéndose en una banda sonora de leyenda.
A partir del nuevo tratamiento de la historia de El centinela en el que Kubrick y Clarke trabajaron codo con codo, se alumbró por un lado la novela de Clarke 2001 una odisea del espacio donde se explicaban y aclaraban muchas de las claves de la película, y por otro la película de Kubrick del mismo nombre que es objeto de este artículo y que resulta mucho más críptica y abierta a interpretaciones que la novela.
Con respecto a su tiempo, sus efectos especiales fueron muy avanzados, y la película ganó un Oscar en dicho rubro. Ninguno de sus jóvenes protagonistas logró alcanzar la fama como actor. La banda sonora es muy interesante, con música de Richard Strauss (la introducción de Así habló Zaratustra), Johann Strauss hijo y György Ligeti que acompaña las imágenes del espacio.
Alex North compuso una gran obra musical para la película, pero Stanley Kubrick no la incluyó en ésta y, coincidiendo con el 25° aniversario de la película, salió a la luz de la mano de Jerry Goldsmith, convirtiéndose en una banda sonora de leyenda.
Fuente: Wikipedia
El argumento y las distintas interpretaciones sobre él las dejo para cada lector que haya visto la película y para el artículo de Wikipedia, donde se puede leer sobre ambos.
2 comentarios:
No tengo por menos que agradecer enormemente que existan blogs como éste. Si no tuviera ahora tan poco tiempo por las dichosas oposiciones me pasaría más a menudo por aquí. Estoy emocionado con el espléndido homenaje que estáis haciendo al maestro Kubrick, uno de mis directores preferidos: quizás el último clásico del cine y siempre un "outsider" de la industria. Es muy difícil elegir cuál es su mejor film, no hay peli suya que no me guste y creo haberlas visto todas pero quizás yo me quede con esta de "2001: Una odisea del espacio" por ser una peli que me marcó desde la primera vez que la ví, allá por la tierna niñez (y no creo que sea el único). Además de ser una buena peli de ciencia ficción, trasciende los géneros y se convierte en una epopeya que casi resume la Hª de la humanidad con un final abierto a las interpretaciones. La entrada en el "agujero negro" con luces y efectos lisérgicos del astronauta Bowman casi en trance es, para mí, uno de los cúlmenes de la hª del cinematógrafo. No hay peli que diga más con menos diálogos.
Lo dicho felicidades y saludos cinéfilos. Cuando pueda me pasaré por aquí.
La verdad es que yo la primera vez que la vi me quedé durmiendo. Eso significa que también es una película relajante.
Publicar un comentario