miércoles, 4 de junio de 2008

Senderos de gloria

Kirk Douglas en el papel del Coronel Dax lleva la parte esencial de la interpretación, destaca también Adolphe Menjou en el papel del General Broulard, quien encarna a la perfección este tipo de general que consideraba a sus soldados mera "carne de cañón". Otros papeles los desempeñan Ralph Meeker, como cabo Paris y George Macready, en el papel del sanguinario General Mireau.
Francia, 1916, el ataque suicida del ejército francés contra las posiciones alemanas en Agnoc, un punto estratégico de vital importancia para el desarrollo de la Primera Guerra Mundial, se convierte en un fracaso estrepitoso. Para escarmentar a las tropas con un castigo ejemplar, el general Mireau, uno de los principales responsables del ataque, convoca un consejo de guerra: tres soldados elegidos al azar por sus superiores son acusados de cobardía ante el enemigo y se enfrentan a la pena de muerte.
Con la ayuda de Jim Thompson,y la colaboración de Calder Willingham, Kubrick acabó en poco tiempo el guión para ver como era rechazado por varias productoras de Hollywood. Fue Kirk Douglas, el que al leerlo decidió poner toda su influencia para que la película fuera hacia adelante. Con su apoyo, la United Artist decidió financiarla con un corto presupuesto. La película se rodó en Alemania, ante las dificultades de ser rodada en Estados Unidos o, por supuesto, en Francia.
El hecho de que mostrara de forma descarnada la sucia realidad de la guerra en la que a menudo la muerte de seres humanos sirve para satisfacer ambiciones personales y ascensos en la jerarquía de mando.
Estrenada sin problemas en EE.UU., el film empezó a tener problemas cuando fue estrenado en Europa. Su proyección, en 1958, en Bruselas, desencadenó importantes incidentes por las presiones de las autoridades franceses y de las asociaciones de ex combatientes franceses y belgas, que se negaban a aceptar la imagen que se proyectaba del ejército francés. Las presiones del consulado francés consiguieron que se suspendiese la proyección de la película, lo que a su vez encendió las protestas antimilitaristas.
Las presiones oficiosas francesas consiguieron que la United Artists llamara a la suspensión de la proyección para insertar una nota explicativa y el himno de La Marsellesa al inicio del film. Con esta añadidura, la película volvió a proyectarse en Bruselas.
Sin embargo, Suiza prohibió su proyección, y la United Artists simplemente no se atrevió a presentar el film en Francia hasta 1972. Finalmente fue estrenado en el país galo en 1975.
Esta historia de censuras y prohibiciones hizo que, aunque es considerado por la crítica como uno de los mejores films de Kubrick, no recibiera ningún Oscar de la Academia de Hollywood.
En España hubo que esperar hasta 1986 para que se proyectara como una retrospectiva de Kubrick esta película.
Fuente: Wikipedia

1 comentario:

EL QUINTO FORAJIDO dijo...

Los adjetivos se me acaban con Kubrick. De esta pelícuala me gustaría destacar dos frases del final cuando kirk se enfrenta a un cínico general que cree que todo el mundo es de su misma condición. No me ponga la bandera delante para que embista no soy un toro y el patriotismo o los nacionalismos, "no recuerdo muy bien",son los últimos refugios de los canallas o miserables. Deberían escucharla algunos que todos tenemos en mente.