sábado, 26 de julio de 2008

Entre tinieblas

Entre tinieblas es una película de humor negro del director Pedro Almodóvar de 1983.

La trama se sitúa en un convento donde las monjas son lesbianas sadomasoquistas que trafican y toman drogas, escriben novelas eróticas, crían un tigre en el jardín trasero, e idolatran a las más pecadoras de la historia.
Cuando su amante muere de sobredosis, Yolanda, cantante de un club nocturno, se arriesga a escaparse y se retira en el convento que una extraña pareja de monjas le recomiendan visitar.
Allí ella encuentra cobijo y cuidado gentil, mientras llega a conocer un mundo hecho de contradicciones, hábitos inusuales y mentiras, totalmente diferente de la imagen que tenía de las comunidades religiosas. Incluso Julia, la madre superiora, se enamora de ella, como ha hecho con cada chica que ha vivido allí en el pasado.

Esta película pertenece a una época en la filmografía de Almodóvar que bebe directamente de la movida madrileña: las drogas, el sexo, el pecado, lo transgresor y provocativo se mezclan con la manera de hacer cine del director manchego. Al igual que en "Laberinto de pasiones", "Pepi,..." o más recientemente "La mala educación" las características de dichas películas hacen pensar en ciertos sector del público de Almodóvar que el director sólo sabe hablar de putas, maricones, drogadictos, monjas y curas viciosos y todo ello mezclado con algun bolero. Cosa que es totalmente incierta.

"Entre tinieblas" cuenta la historia de Yolanda (Cristina Sánchez Pascual), una cantante que después de haber visto morir a su novio decide buscar refugio en la orden de las "Redentoras Humilladas" que conoce desde que un día fueran a visitarla después de una actuación. Una vez en el convento, conoce a unas monjas un poco inusuales y con unas aficiones algo alejadas de lo que habitualmente podría pensarse. Allí conoce a la Madre Superiora (Julieta Serrano), una mujer adicta a la heroína y la cocaína con un lado lésbico; a Sor Estiércol (Marisa Paredes), una mártir enganchada al LSD; a Sor Perdida (Carmen Maura), una monja preocupada por la limpieza y el cuidado de un tigre que recogió de cachorro; a Sor Víbora (Lina Canalejas), con un amor oculto y a Sor Rata de callejón (Chus Lampreave), una monja un poco lianta, escritora de novelas muy famosas con seudónimo y la que se encarga en el convento de las plantas y las flores.

El resultado es una mezcla de "Viridiana" de Buñuel pasada por la movida con un toque de Berlanga en algunos momentos y, sin duda, el punto del gran director manchego.

Las actrices están todas fantásticas: Julieta Serrano tiene una de las más tristes miradas del cine español, con una escena en la que canta un tema de Lucho Gatica capaz de igualar a los playbacks de otras películas de Almodóvar como "Tacones lejanos" o "Volver" por su belleza y sentimiento. Marisa Paredes y Chus Lampreave están geniales, sobretodo, la segunda que hace un papel divertídisimo.Quizá lo único reprochable a la película es que Lina Cantalejas y Carmen Maura tengan tan poco protagonismo en la historia, quedan muy al margen de sus otras compañeras.Resumiendo, una buena película de Almodóvar que como toda obra suya tiene algo que no te deja indiferente. Por cierto, la escena de Julieta Serrano pinchándose la droga es algo tremendo, propio de las escenas más duras de "Requiem por un sueño".

Lo mejor: Julieta Serrano en toda la película, en especial, en el momento de la canción y el grito final. Las monjas cuando se sueltan el hábito: se drogan, cantan y bailan,...

Lo peor: una Cristina Sánchez Pascual muy seria y un poco alejada del personaje.


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