Match point es una película de Woody Allen, estrenada en 2005. Primera de las tres que realizaría en Gran Bretaña.
Chris Wilton (Jonathan Rhys-Meyers), es un tenista profesional retirado de origen irlandés, que encuentra trabajo como profesor de tenis en el seno de una familia adinerada. El azar, la ambición y la pasión, guiarán sus acciones.
Se trata de una de las películas más sólidas del director estadounidense Woody Allen, y probablemente la mejor de su última época. Cabe destacar que Allen no filmó esta película en su Nueva York natal, sino que rodó en Inglaterra. Su anterior película filmada en Europa, La última noche de Boris Grushenko, data de 1975.
Con una evidente influencia de Un lugar en el sol de George Stevens, Allen reflexiona la identificación fraterna, el deseo y el amor, el sentimiento de culpa, el azar y el ascenso social, mostrando su amor por los temas de Dostoievski, con alusiones explícitas a Crimen y Castigo.
El azar como motor de la existencia, el papel que debe de jugar la ética cuando ya no existe Dios, como Nietzsche defendió en su filosofía. Ya no hay pagador, las buenas acciones no van seguidas de recompensa ni las malas de castigo. Un crimen puede salir impune si el azar juega en su favor, del mismo modo que el protagonista de la película no tendrá que dar cuenta de sus actos.
Woody Allen da una nueva vuelta de tuerca a la reflexión filosófica que acompaña a todo su cine, en una película que es excelente en el más clásico sentido de la palabra. Una película donde los hombres ya no responden ante los dioses de sus actos, sino que se limitan a esperar a que la suerte les sea favorable.
En España se estrenó el 4 de noviembre de 2005.
Con una evidente influencia de Un lugar en el sol de George Stevens, Allen reflexiona la identificación fraterna, el deseo y el amor, el sentimiento de culpa, el azar y el ascenso social, mostrando su amor por los temas de Dostoievski, con alusiones explícitas a Crimen y Castigo.
El azar como motor de la existencia, el papel que debe de jugar la ética cuando ya no existe Dios, como Nietzsche defendió en su filosofía. Ya no hay pagador, las buenas acciones no van seguidas de recompensa ni las malas de castigo. Un crimen puede salir impune si el azar juega en su favor, del mismo modo que el protagonista de la película no tendrá que dar cuenta de sus actos.
Woody Allen da una nueva vuelta de tuerca a la reflexión filosófica que acompaña a todo su cine, en una película que es excelente en el más clásico sentido de la palabra. Una película donde los hombres ya no responden ante los dioses de sus actos, sino que se limitan a esperar a que la suerte les sea favorable.
En España se estrenó el 4 de noviembre de 2005.
Fuente: Wikipedia
2 comentarios:
Muy buena, el crimen siempre paga ¿o no?
Una de las mejores películas de Allen.
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