lunes, 17 de enero de 2011

Balada triste de trompeta, Antología del disparate.



Hace ya algunas semanas que me dejé arrastrar por la marea publicitaria de esta película, el encanto personal de Alex de la Iglesia y el genio del humor Carlos Areces me llevaron a gastarme mis euretes en la entrada. Me reí más durante las apariciones promocionales de Alex de la Iglesia Y Carlos Areces en el intermedio y el programa de Buenafuente que a lo largo de toda la película, claro que matarnos de risa no creo que fuera el propósito de Alex aunque no me hubiera importado. No puedo definir Balada triste de trompeta como otra cosa que una amarga y masoquista alegoría sin sentido de un negro periodo de la historia de España. El comienzo es visualmente impecable con una buena interpretación de Santiago Segura en una sangrienta escena de acción estilo Rob Zombie. Esta escena es la opertura del drama que está por venir, provocado por el odio y el ansia de venganza que lleva a su protagonista Javier, “Carlos Areces” el payaso triste, a convertirse en un amasijo de carne y huesos sin piedad. En esta rocambolesca escena Santiago Segura, payaso tonto y padre de Javier, queda prisionero de los nacionales y Javier no cejará en su empeño por liberarlo hasta que éste muera no sin antes advertirle que él nunca será gracioso y sólo podrá ser el payaso triste el que se lleva las bofetadas, destino que Javier acepta con resignación. Si bien el comienzo ya es bastante abrupto y estrambótico, sitúa la caída de Madrid en 1937 en lugar de 1939 lo cual es toda una sutil declaración de intenciones posible guiño a Malditos bastardos donde también se hace historia ficción asesinando a Hitler en el pase de una película, el resto se vuelve esquizofrénico. Tras los frustrados intentos de rescate de su padre que finalizan cuando éste muere en sus propios brazos Javier ya de mayor comienza a trabajar en un circo donde se enamora de la trapecista “Carolina Bang” novia de Sergio, “Antonio de la Torre”, bipolar payaso tonto compañero de número de Javier y chulo del circo a tiempo parcial. La trapecista que es maltratada por el violento Sergio resulta amar el riesgo más fuera de la pista que dentro y sus devaneos con Javier y la reacción de Sergio serán el detonante de la historia de venganza sin límites que llevará a Javier a sacar fuera de si el infierno que lleva dentro. Como ya dije la conexión de escenas del principio ya era endeblita pero a partir de que Javier comienza su huida hacia adelante sin posible retorno la historia pierde todo sentido quedando con el único hilo conductor del desmesurado masoquismo de Javier y sucediéndose escenas inconexas y sin sentido hasta el patético final. Nada de esto me hubiera importado si me hubiera ocurrido lo mismo que a Quentin Tarantino que según cuenta Alex de la Iglesia no paró de reírse durante toda la película en un visionado para el festival de Venecia donde recibió el premio al mejor director, vale lo acepto, ¡¡¡y al mejor guión!!! El humor negro de esta película apenas consiguió arrancarme alguna sonrisa. Con los Goya a la vuelta de la esquina balada triste de trompeta ha obtenido 15 nominaciones entre ellas mejor película, director y una asombrosa al mejor actor protagonista para Antonio de la Torre, de merecerlo alguien en esta película ese sería Carlos Areces que es el protagonista me encanta como humorista y creo que puede dar mucho más de sí en el cine. También me parece un gran agravio no haber nominado a mejor actor a Santiago Segura por “El Gran Vázquez” en lugar de Antonio de la Torre, claro que este año da igual ya que la soberbia actuación de Javier Bardem en “Biutiful” probablemente no tenga rival, con permiso de Luís Tosar y Ryan Reynolds cuyas películas “También la lluvia” y “Buried” aún no he visto.