sábado, 31 de mayo de 2008

M, el vampiro de Düsseldorf

¡Qué gran película la que disfrutamos el pasado otoño en la Casa del Inca! Y qué sensacional melodía la que silba el personaje de Peter Lorre (en realidad lo hacía el propio Fritz Lang): En el salón del rey de la montaña, de la obra Peer Gynt, de Edvard Grieg.



M, titulado en castellano como M, el vampiro de Düsseldorf en España y como El Vampiro negro en Argentina , es una película policial dirigida por Fritz Lang en el año 1931. Fue su penúltima película dirigida en Alemania, y siempre la consideró su favorita. Su ambientación oscura debe interpretarse dentro del pesimismo producto de la derrota alemana en la I Guerra Mundial. M fue una de las primeras películas en emplear fuertemente un leitmotiv.
El argumento está inspirado en hechos reales. En la ciudad de Düsseldorf anda suelto un asesino de niñas, y la policía lo busca. Los criminales que viven en los bajos fondos de la ciudad también deciden buscarlo, dado que la presión policial les está arruinando sus negocios.
Fuente: Wikipedia

viernes, 30 de mayo de 2008

Estrenos 30 de mayo de 2008

Concluyó la encuesta de los estrenos de la semana anterior con un más que previsible resultado: la película que resultó más atractiva al 100% de los encuestados fue la cuarta entrega de la saga de Indiana Jones, El reino de la calavera de cristal.
Para esta semana, nueva encuesta pero con diferente pregunta. ¿Cuál de los estrenos del fin de semana no irías a ver ni aunque te lo pagaran? A votar en el menú lateral. Para más información, http://www.labutaca.net/

jueves, 29 de mayo de 2008

Belle époque

Ayer miércoles, la 1 puso de nuevo Belle Époque, la película dirigida por Fernando Trueba en 1992 y que ganó el Oscar al mejor film extranjero.
Me acordé de la primera vez que la vi, en el cine, cuando estudiaba en Sevilla, un miércoles también, día del espectador, junto a unos compañeros de piso a la finalización de los parciales de febrero-marzo.
Aquel día nos apetecía celebrar nuestro descanso de exámenes con una buena película, así que compramos el periódico, miramos la cartelera y nos llevamos el desengaño de no encontrar ningún título que nos atrajera. Lo único medianamente interesante que vimos era una comedia española, titulada Belle Époque, en la que salían Jorge Sanz, Maribel Verdú, Ariadna Gil, Penélope Cruz, Gabino Diego... y un largo plantel de actores y actrices que nos hacían temer que nos encontráramos ante otra españolada más. Con esta duda en el cuerpo, pero sin tener algo más atractivo que llevarnos a la boca, decidimos ir a verla. Cuál fue nuestra sorpresa al comprobar que aquella comedia no tenía nada que ver con esas españoladas típicas y tópicas, y que se asemejaba mucho más al cine clásico americano y al estilo de nuestro gran Berlanga.
Belle Époque es una película coral, en la que el gran peso del argumento recae en toda una colección de personajes secundarios interpretados de forma soberbia. El protagonista, Jorge Sanz, en torno a cuyas vivencias discurre el hilo narrativo del film, a pesar de tener una actuación más que correcta, pasa en muchas ocasiones desapercibido. La atención se la llevan Gabino Diego y Chus Lampreave como hilarantes hijo y madre carlistas; Agustín González, genial sin sobreactuar ni parodiarse a sí mismo en el papel de cura que tantas veces ha repetido; Fernando Fernán Gómez como el ácrata padre de las criaturas; Maribel Verdú, Ariadna Gil o Penélope Cruz como hijas díscola e interesada, marimacho o consentida pequeña alocada, respectivamente.
Además de esas soberbias interpretaciones y de la ambientación de Lala y Cristina Huete, lo que para mí hace especial a esta película es esa mezcla de clasicismo y toque berlaguiano. Méritos que hay que atribuir a su director, Fernando Trueba, que sabe recoger lo mejor de su particular dios, Billy Wilder, y a sus guionistas, encabezados por el más grande y recientemente desaparecido, Rafael Azcona, y ayudado por el mismo Trueba y por el también grandísimo José Luis García Sánchez.
En definitiva, una de las mejores películas que ha dado el cine español de los últimos 25 años y que, como tantas otras obras maestras de nuestra cinematografía, han llevado el sello del genial Rafael Azcona. Sirva esta entrada como homenaje a él.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Chicas Bond

Tal día como hoy cumpliría 100 años Ian Fleming, el creador del espía más famoso de la literatura y del cine: James Bond. Una de las sagas más conocidas que si por algo destaca también es por sus conocidísimas chicas Bond.
Entre mis favoritas, Ursula Andress, Daniella Bianchi, Honor Blackman, Jane Seymour y Halle Berry.

martes, 27 de mayo de 2008

Sidney Pollack


Ayer nos dejó a los 73 años en Los Ángeles uno de los directores estadounidenses más importantes de los últimos 40 años, Sidney Pollack. Entre sus películas más destacadas, títulos como Danzad, danzad, malditos (1969), Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972), Tal como éramos (1973), Los tres días del cóndor (1975), El jinete eléctrico (1979), Yakuza (1975), Tootsie (1982) o la entrañable Memorias de África (1985).
Nominado al Oscar en 4 ocasiones (como mejor director por Danzad, danzad, malditos y Tootsie y como productor por esa última y Michael Clayton), lo ganó por 2 veces, como director y como productor por Memorias de África.
Descanse en paz y disfrutemos de la maravillosa banda sonora de John Barry en Memorias de África.


El bikini dorado de Leia cumple 25 años

El aniversario coincide con el lanzamiento, este verano, de un nuevo episodio de la saga galáctica en animación digital.

Un cuarto de siglo ha cumplido el Episodio VI de Star Wars, El retorno del Jedi, hasta ahora el último en el orden cronológico del relato, el que enseñó el rostro del mal al quitar la máscara a Darth Vader y el que inauguró el mito erótico friki con el bikini dorado de la princesa Leia. El próximo 15 de agosto, la que está considerada la más filosófica de las entregas de la saga galáctica, encontrará un episodio intermedio -entre el II y el III- con Star Wars: The Clones War, que tendrá la particularidad de ser en animación digital.
Mientras se confirma si esta nueva y sorprendente apuesta de Lucas abre una nueva vía para la franquicia que le ha hecho millonario vitalicio, se celebra ahora este aniversario que sirve de calentamiento para una de las legiones de fans más numerosas de la historia del cine. El retorno del Jedi, estrenada el 25 de mayo de 1983, supuso también una vuelta de la calidad que había convertido a La guerra de las galaxias (1977) en una película ganadora de siete premios Óscar y poseedora de una auténtica red mitológica que hizo historia en la ciencia ficción, algo que no estuvo tan presente en su continuación, El imperio contraataca (1980).
La historia volvía a ser compleja y al imaginario se sumaba con esta entrega unos nuevos personajes, los peludos y entrañables Ewoks que, residentes en los bosques de la luna de Endor, acabarían teniendo también su propia serie de televisión. Y en esta película está el mítico rescate de Han Solo por parte de Luke Skywalker y la princesa Leia, lo que les enfrenta al gángster interestelar Jabba the Hutt, cuya lengua estaba inspirada en el quechua y que fue el encargado de vestir de esclava a la princesa en un arrebato de sensualidad kitsch que hizo furor.
Para trazar las coordenadas de la fascinación que debía concluir con contundencia esta primera trilogía, Lucas, que había realizado el guión junto a Lawrence Kasdan, buscó a directores familiarizados con los ambientes truculentos y con las tramas enrevesadas. David Lynch, que acaba de realizar con éxito El hombre elefante (1981), y un todavía primerizo David Cronenberg, antes de filmar clásicos como La mosca (1986), fueron las opciones barajadas, pero al final fue el no muy notable Richard Marquand el elegido. Aunque el resultado fue impecable, Lucas mostró enseguida su desconfianza hacia el nuevo valor y acabó dirigiendo algunas escenas, en especial las que tenían una mayor peso por parte de los actores.
Como en toda la primera trilogía, el reparto estuvo capitaneado por Mark Hamill, Carrie Fisher y Harrison Ford. El retorno del Jedi obtuvo en Estados Unidos 252 millones de dólares, una recaudación superior a El imperio contraataca -que aun así había arrasado-, aunque no alcanzó las cifras de 307 millones de dólares de la primera entrega. Como todas sus compañeras de saga, sumó todavía más dólares al arca de Lucas con su reestreno en cines en 1997 y también marcó un hito en los todavía artesanos efectos especiales, por los que sus creadores, Richard Edlund, Dennis Muren, Ken Ralston y Phil Tippett, recibieron un Óscar honorífico.

Fuente: El País

lunes, 26 de mayo de 2008

John Wayne

Hoy habría cumplido 101 años John Wayne, el vaquero por excelencia, el tipo duro que se pedía los whiskys dobles. En definitiva, El hombre que mató a Liberty Valance.
Además de esta película, otros westerns destacados de su carrera son La diligencia (con la que saltó a la fama de la mano de John Ford en 1939), la memorable saga de los ríos con Howard Hawks (Río Rojo, Río Bravo y Río Lobo), otra mítica serie sobre la caballería con John Ford (Fort Apache, Río Grande y La legión invencible) o la insuperable Centauros del desierto junto al mismo director. Además de en este género del cual es un icono, el Duque también participó en otras obras maestras del cine como El hombre tranquilo (a ella pertenece la imagen), La taberna del irlandés, Hatari o El día más largo.

domingo, 25 de mayo de 2008

Me gusta el Chiki chiki



No solo de cine vivimos los forajidos. También, por qué no, le damos a la musica. Ayer el chikilicuatre protagonizó la actuación española en Eurovisión más famosa desde la de Masiel y todo gracias a la cara dura de TVE que pretendía, sin gastarse casi un duro y haciéndose pasar por los que pretendian salvar Eurovisión, seguir la trayectoria de esta competición que año tras año pasa con más pena que gloria por nuestras pantallas.

En lugar de contratar un jurado en condiciones y buscar entre lo más destacado de las jovenes promesas musicales españolas, deciden dejar que los competidores cuelguen sus actuaciones en internet y los propios internautas decidan con sus votos quién acudirá a la gala de selección. Para acabar de rematarlo el programa es presentado por Rafaela Carrá, con la participación de Bibí Andersen y, cómo no, Uribarri.

Viendo el programa de Buenafuente fui siguiendo a los competidores del chikilicuatre y, ¡madre mía!, ninguno pasaba de ser un mediocre cantante de karaoke. Menos mal que el apoyo de Buenafuente ha conseguido que este año no nos represente un friki de verdad sino un actor argentino que es genial y con el que me he partido el ojal. Probablemente el año que viene, un sábado de mayo por la noche, alguien ponga la tele y diga "moskis, ya toca otra vez Eurovisión" .

sábado, 24 de mayo de 2008

Marnie la ladrona

Marnie, conocida en España como Marnie, la ladrona es una película de 1964 dirigida por Alfred Hitchcock y que cuenta con Sean Connery y Tippi Hedren como sus protagonistas. Basada en la novela homónima de Winston Graham, se trata de un thriller psicológico con un tratamiento decididamente sórdido de la sexualidad, en especial de la sexualidad femenina, como caracteriza gran parte de la obra de Hitchcock.
En parte debido a esa misma ambigüedad y a los crudos temas tratados (que la hicieron ser catalogada en un primer momento como película X en Gran Bretaña), pero también a unos muy criticados efectos especiales y un estilo que se consideraba alejado del habitual en Hitchcock (a pesar de entrar claramente en la línea de los noir con un fondo de psicoanálisis como Rebeca o Recuerda), fueron la causa de que la película fuera un fracaso de público, al menos en los Estados Unidos, aunque resultó rentable en Europa.
Marnie (Tippi Hedren) es una ladrona patológica que sobrevive robando en las empresas para las que trabaja y cambiando de personalidad en cada nuevo empleo hasta que se encuentra con Mark Rutland (Sean Connery), quien interesado por su caso, la chantajea para que se case con él, amenazándola con descubrirla si no lo hace. Una vez en el viaje de novios, Mark tratará de indagar la causa de las diversas psicopatías de Marnie, su desconfianza hacia los hombres, su aversión por todo contacto físico, su pánico al color rojo.
El papel de Marnie fue ofrecido a varias otras actrices antes de recaer sobre Tippi Hedren, entre ellas Eva Marie Saint, Lee Remick y Grace Kelly, por aquel entonces ya Princesa Grace de Mónaco. En el caso de esta última, que ya había aceptado, fueron los súbditos monegascos quienes se opusieron a ver a su princesa en el papel de una cleptómana.
Esta película constituyó la última colaboración entre Hitchcock y Bernard Herrman, su compositor por excelencia, autor de la banda sonora en ocho de sus filmes.
La relación entre el director y la actriz principal empeoró manifiestamente durante el rodaje, tanto que se suele decir que los últimos días del mismo Hitchcock acabó por darle instrucciones a través de intermediarios, a pesar de que Hedren ha negado en su biografía que tal cosa llegara a suceder.

Fuente: Wikipedia

Encuesta Indiana Jones

El 70% de los votantes de este blog han considerado En busca del arca perdida como la mejor de las tres primeras películas de Indiana Jones. Un 20% han votado por La última cruzada y el 10% restante por El templo maldito. Mientras tanto, todos quedamos a la expectativa de ver El reino de la calavera de cristal para opinar sobre ella.
Eso sí, en la Asociación Forajidos nos quedamos con nuestro Indy y su particular cruzada. ¿Acaso hay cartelera más glamourosa?

jueves, 22 de mayo de 2008

Errol Flynn tocaba el piano con once dedos

Todo un personaje Errol Flynn. Y si no, atención a esta biografía suya que he encontrado.


Robin Hood, el Capitán Blood o Guillermo Tell son algunos de los héroes a los que encarnó Leslie Thompson Flynn, personaje que encontró la muerte a los cincuenta años de edad. Un paro cardiaco acababa con una vida plagada de aventuras, muchas más que las que narraban sus películas. Él mismo reconocía que sus grandes pasiones fueron las buenas peleas, el whisky añejo y las mujeres jóvenes (aunque no necesariamente en ese orden).
Nació en Tasmania, Australia en el año 1.909. Por parte de padre estaba emparentado con
Robert DeVere, un noble inglés al que muchos consideran la inspiración para el personaje literario de Robin Hood. Hay veintitrés generaciones de separación entre el personaje real y el actor que interpretó a su pariente en la mítica Robin de los bosques. Pero por parte de madre era descendiente del capitán Fletcher Christian, militar británico que encabezara el motín de la Bounty.El joven Flynn estudió en los mejores colegios de París y Londres y fue expulsado de todos. Recorrió los cinco continentes ganándose la vida como buscador de oro, contrabandista de diamantes y policía. Su gran atractivo y forma física le convirtieron en una de las más importantes estrellas del cine de aventuras. Su adaptación a Hollywood no fue nada sencilla; se casó tres veces, tuvo cuatro hijos y le cayeron seis acusaciones de violación por el camino. Lo que se conoce como un padre ejemplar no era. El caso es que Errol Flynn celebraba auténticas orgías en su casa y al parecer, en plena intoxicación etílica le daba por tocar el piano del salón con el pene.
El rumor es cierto, hasta el punto de que fue confirmado por Marilyn Monroe, que en una ocasión presenció un concierto de piano del señor Flynn. El alcohol y la morfina terminaron con la vida del actor, aunque otra leyenda cuenta que fue enterrado con seis botellas de whisky “para el camino”. Su vida fue una fiesta.

miércoles, 21 de mayo de 2008

cine bueno bonito barato

Sólo recordar para los interesados que todos los viernes de manera gratuita al comprar (1€) cierto periódico con nombre de gente que aplaude en los programas de televisión regalan películas de muy buen ver.

Este viernes "El cielo protector" de un tal Bertolucci. Podéis ver la lista de las que vienen aquí.

James Stewart

Ayer hubiera o hubiese cumplido cien años.
James al conocer por donde anda el euribor en la actualidadJames Maitland Stewart (20 de mayo de 1908 – 2 de julio de 1997), popularmente conocido como Jimmy Stewart especialmente en Estados Unidos, fue un actor de cine, teatro y televisión estadounidense ganador del Premio Oscar, famoso por su particular personalidad en la pantalla. Durante el transcurso de su carrera actuó en varias películas consideradas clásicos y fue nominado cinco veces al Premio Oscar, ganando una vez en compentencia y recibiendo uno por su trayectoria. También tuvo una notable carrera militar alcanzando el grado de Brigadier General en la Fuerza aérea de los Estados Unidos.

Stewart dejó su marca en una amplia gama de géneros de cine, incluyendo comedias screwball, westerns, biográficos, suspense thrillers y películas familiares.
Trabajó para numerosos directores reconocidos posteriormente en sus carreras, como Alfred Hitchcock, John Ford, Billy Wilder, Frank Capra y Anthony Mann.
Ganó muchos de los honores más grandes de la industria y logró el Premio a la Trayectoria de todas las grandes organizaciones del cine. Falleció en 1997, dejando detrás de si un legado de interpretaciones clásicas, y es considerado uno de los mejores actores de la Época Dorada de Hollywood." Fue nombrado el tercer Mejor Actor de Todos los Tiempos por la American Film Institute. (Fuente: Wikipedia)

lunes, 19 de mayo de 2008

Woody Allen cautiva Cannes con 'Vicky Cristina Barcelona'

Penélope Cruz agradece al "genial" director la desmesura lograda en su última película

Woody Allen ha cautivado este sábado al Festival de Cannes con el estreno de su última película, Vicky Cristina Barcelona, una comedia ligera e inteligente, donde las actrices Penélope Cruz y Scarlett Johansson se reparten el corazón de un latin lover como Javier Bardem.Todo Cannes se había dado cita para contemplar la nueva película del director estadounidense, rodada enteramente en España, y proyectada fuera de competición, mientras que en la calle los admiradores se protegían de la lluvia con paraguas, pero no abandonaban el puesto.
El evento contó con dos grandes ausentes, el actor español Bardem y la actriz estadounidense Johansson, el primero por razones familiares, la segunda por estar rodando otra película, comentó a la prensa horas antes el realizador.
En lo alto de la escalerilla, los artistas de Vicky Cristina Barcelona fueron recibidos por el presidente del Certamen, Gilles Jacob, quien al comienzo del Festival dijo estar muy feliz de que Woody Allen "viniese a Cannes con una película española".
De hecho no hubo ninguna otra cinta española en la selección oficial, a excepción de Peppermint Frapée, de Antonio Saura, presentada en el marco de las conmemoraciones del mayo del 68, cuando debía competir aunque, finalmente, no se estrenó, al concluir el certamen precipitadamente.
Agradecimientos
Ayer Penélope Cruz agradeció la brillante desmesura de la que hace gala en el filme a la "genialidad" de Allen. "Sólo cuando tu realizador es un genio te hace hacer cosas de las que no eres consciente", explicó la actriz española en la rueda de prensa previa al estreno, fuera de competición, en la selección oficial del 61 Festival de Cannes.
Flanqueado por Penélope Cruz, María Elena en el filme, y por y Rebecca Hall (Vicky), pero no por Scarlett Johansson (Cristina) ni por Javier Bardem (José Antonio), Woddy Allen contó, entre otros aspectos del filme, cómo surgió. "Realmente, porque alguien de Barcelona me llamó y me preguntó si estaría interesado en hacer un filme en Barcelona, porque lo financiaría", detalló.
"Adoro Barcelona, mi mujer y mis hijos tenían ganas de pasar el verano en Barcelona, y escribí algo para poder rodar en Barcelona", dijo, antes de recalcar que "todo fue perfecto" durante el mes que pasó allí para hacer la película.
No entró en más detalles sobre la cuestión, pero preguntado sobre si el millón de euros brindados por la región de Barcelona pudo dar celos y causarle problemas con sus colegas españoles, comentó "no saber nada". "Me llamaron, me dijeron: 'tenemos este monto, quiere hacer un filme en Barcelona' (...) y vine a hacer el filme. Que yo sepa ningún realizador español me criticó o se molestó y no encontramos ningún problema, sólo gente de buena voluntad, dispuesta a cooperar" ha resaltado.
En cuanto a Vicky Cristina Barcelona, dijo haber querido mostrar dos jóvenes que van allí "y que poco a poco ven su mundo desintegrarse de manera compleja", sin ser estrictamente trágico, quiso mostrar ese aspecto de la vida "de manera sutil". Al evocar el filme, Penélope recordó cómo se reía al leer el guión la primera vez, pero ya no cuando empezó a preparar el personajes de María Elena, mujer extrema y enamorada que no logra vivir sin su amor, José Antonio, de quien se divorció tras un intento fallido de asesinarlo. Fue entonces cuando se dio cuenta "del aspecto dramático que había detrás", aunque al ver el filme, "vi que me hacían reír de nuevo esas escenas como la primera vez que lo leí", pero durante el rodaje "estaba sumergida, Woody nos hizo olvidar eso".

domingo, 18 de mayo de 2008

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal

El próximo jueves 22, estreno en toda España de la última película de Indiana Jones

Todo sobre mi madre

TODO SOBRE MI MADRE - 1999
  • Director: Pedro Almodóvar
  • Intérpretes: Cecilia Roth (Manuela), Marisa Paredes (Huma Rojo), Candela Peña (Nina), Antonia San Juan (Agrado), Penélope Cruz (hermana Rosa), Rosa María Sardá (madre de Rosa), Fernando Fernán-Gómez (padre de Rosa), Toni Cantó (Lola), Eloy Azorín (Esteban), Carlos Lozano (Mario).
  • Productor: Agustín Almodóvar
  • Dirección de producción: Esther García
  • Guión: Pedro Almodóvar
  • Fotografía: Alfonso Beato
  • Montaje: José Salcedo
  • Dirección artística: Antxón Gómez
  • Decorados: Federico García Cambero
  • Vestuario: Sabine Daigeler, José María de Cossío
  • Maquillaje: Jorge Hernández, Juan Pedro Hernández
  • Peluquería: Jean-Jacques Puchu
  • Música: Alberto Iglesias
  • Sonido: Miguel Rejas, José Bermúdez, Diego Garrido
  • Efectos especiales: Antonio Molina
  • Ganadora de los Goya a mejor película, director, actriz principal (Cecilia Roth), dirección de producción, montaje, música original y sonido; nominada en mejor actriz revelación (Antonia San Juan), actriz de reparto (Candela Peña), guión original, fotografía, dirección artística, diseño de vestuario y maquillaje-peluquería. Ganadora del Oscar a la mejor película extranjera y al mejor director y premio del jurado en el Festival de Cannes.

Sinopsis: Desatado, brillante, conmovedor y divertido melodrama que conjuga con singular maestría las lágrimas con las risas, las raíces más profundas del arte dramático con las propuestas más osadas de la modernidad.
El hijo de Manuela muere trágicamente cuando intenta conseguir un autógrafo de la actriz Huma Rojo. Abatida, Manuela viaja a Barcelona para reencontrarse con el padre y, de paso, recuperar parte de su pasado.

Comentarios: (Texto escrito por Pedro Almodóvar. AVISO: Para quien no la haya visto, en él, el director cuenta la película.)
Manuela huye. Huye siempre en tren, atravesando túneles interminables.
Primero huye de Barcelona a Madrid. Dieciocho años después, huye de Madrid a Barcelona. Y pocos meses más tarde, de nuevo hace el trayecto Barcelona-Madrid, huyendo.
Todas sus huidas están marcadas por algún tipo de Esteban. En la primera huida llevaba a Esteban-Hijo dentro de sí, en sus entrañas. Manuela huía del padre, que también se llamaba Esteban (Esteban-Padre), aunque hacía tiempo que nadie le llamaba así.
En la segunda huida, Esteban-Hijo la acompaña en forma de foto y cuaderno de notas. Murió en un accidente. En esta ocasión Manuela va vagamente en busca de Esteban-Padre, para comunicarle la muerte de su hijo. Esteban-Padre no conoce la existencia de aquel hijo, porque Manuela nunca se lo dijo. Cuando supo que estaba embarazada, simplemente huyó del padre, y no ha vuelto a verlo.
Manuela no había vuelto a Barcelona. Barcelona es el territorio del padre. Y Madrid el del hijo. Y en la política emocional de Manuela, ambas ciudades son irreconciliables e incompatibles.
Cuando Esteban-Hijo preguntaba por el padre, Manuela siempre respondía con evasivas. ¿Qué otra cosa podía hacer? ¿Hay un modo de decirle a un hijo que la persona que le engendró, su padre biológico, tiene unas tetas mayores que las de su madre, y que la última vez que lo vio se hacía llamar Lola y que, incluso ella, su mujer, ya hacía tiempo que no le llamaba Esteban?
Puede que exista una manera de explicar todo eso a un niño, pero Manuela no supo encontrarla. Y tantos años de silencio le pesan como un crimen sobre la conciencia.
Manuela se condena a sí misma a buscar a Lola, el padre de Esteban. Y esta condena la salva. Necesita huir de Madrid. Madrid representa al hijo, es la ciudad que vio nacer, vivir y morir a Esteban. Una ciudad demasiado grande y demasiado vacía.
Manuela vagabundea por las calles del Borne, por el barrio gótico, por la Plaza Real... A veces se detiene y contempla a la gente durmiendo en la calle. No son mendigos, sino gente normal que está tan relajada que se deja vencer por el sueño. Amas de casa, gordas, sesteando, sentadas en el banco de una plaza sencilla. Hombres, que se han cansado de caminar. Jóvenes extenuados por dos días de fiesta ininterrumpida, bohemios internacionales cada vez de más tierna edad. Gente despatarrada y descalza, que endulzan la espera del hospital, dormidos sin pudor. Personas para las que el sueño ha vencido al miedo. Para Manuela es una sensación muy grata verles dormir. Tal vez ella también consiga recuperar el sueño.
Se alegra de haber vuelto a Barcelona. Por el día dormita, y por la noche sale en busca de Lola. Lola podría hallarse en cualquier lugar, Nápoles, Marsella o La Habana. Mar, vicio y manga ancha son las cualidades que Lola le exige a una ciudad para quedarse. Barcelona las tiene todas. Podría ser cualquiera de esas tres ciudades, además de ser Barcelona.
Al compás de un ritmo sonámbulo, Manuela encuentra personas (la Agrado, la hermana Rosa, Huma Rojo, el hijo de la hermana Rosa) y razones para quedarse. Después de algunos meses, encuentra también personas y razones para salir huyendo. Otra vez al tren, dirección Barcelona-Madrid, y con otro Esteban, el tercero, en los brazos, un bebé de pocos meses, al que Manuela se aferra y al que debe proteger de la hostilidad de su abuela. El niño es seropositivo y la abuela teme que la infecte sólo por arañarla. Y a los niños les gusta arañar. Es su modo de acariciar y tocar las cosas.
Dos años más tarde, el nuevo milenio acaba de empezar. El tercer Esteban ha negativizado de forma natural el virus y Manuela le lleva a un congreso en Can Rutí para que investiguen.
Así que Manuela vuelve a Barcelona con el tercer Esteban, sentado sobre sus rodillas. El niño rebosa salud y juguetea con un montón migajas de pan. De vez en cuando hace partícipe a Manuela del banquete.
Mientras le da miguitas, para que no se atragante, Manuela le explica al tercer Esteban la historia de sus fugas. El niño la escucha como si la entendiera. Ésta es la primera vez que no vengo huyendo a Barcelona.
Manuela le explica cómo fueron las tres veces anteriores. Le dice por qué se llama Esteban, quiénes fueron sus padres, cómo murieron y en qué circunstancias ella se convirtió en su única madre, teniendo que arrebatárselo a una abuela que no lo quería. Pero la abuela ha cambiado, vive en Barcelona y él tiene que quererla mucho.
Le explica también que antes de que él naciera, hubo otros dos estébanes. Uno fue su hijo, el segundo Esteban. Por un pudor absurdo, ¡ella le ocultó tantas cosas! Pero eso no volverá a ocurrir. A él le contará todo. Según vaya creciendo en tamaño y curiosidad, ninguna pregunta de las que le haga quedará sin respuesta. Manuela le promete responderlas todas, y si no sabe la respuesta, se la inventará.
Porque se me da muy bien improvisar.
Manuela sonríe y piensa que realmente la suya ha sido una vida extraordinaria.
Hubiera podido ser actriz, si hubiera querido. Pero mi única vocación ha sido cuidar de mis hijos. ¡Cuidarte a ti!
Estrecha al pequeño entre sus brazos, como para que no se olvide de lo último que acaba de decir.

Roma, ciudad abierta

ROMA CIUDAD ABIERTA (Roma, Cittá aperta) - 1945
  • Director: Roberto Rossellini
  • Intérpretes: Aldo Fabrizi (Don Pietro), F. Grandjacquet (Francesco), V. Annichiarico (Marcello), N. Bruno (Sacristán), H. Feist (Bergmann), Anna Magnani (Pina), Marcello Pagliero (Manfredi), M. Michi (Marina).
  • Productor: Giuseppe Amato, Ferruccio de Martino, Rod E. Geiger y Roberto Rossellini.
  • Guión: Sergio Amidei, Federico Fellini y Roberto Rossellini.
  • Fotografía: Ubaldo Arata
  • Montaje: Eraldo da Roma
  • Diseño de producción: Rosario Megna
  • Música: Renzo Rossellini
  • Sonido: Raffaele del Monte
  • Nominada al Oscar al mejor guión, galardonada con el Gran Premio del Festival de Cannes.

Sinopsis: La ciudad de Roma está ocupada por los nazis, y la Gestapo sólo piensa en apresar a Manfredi, miembro del Comité Nacional de Liberación. Cada vez más acorralado, recurre a su amigo Francesco para que le dé refugio en su casa de vecinos. Allí se encontrará con toda una serie de personajes cotidianos y anónimos, como Pina (la prometida de Francesco), su hijo Marcello o el cura Don Pietro, que día a día luchan por sobrevivir y son, a su manera, otro frente de la Resistencia.

Comentarios: El neorrealismo nació, casi, cuando todavía en Italia las tropas de Kesserling aguantaban el empuje de las divisiones angloamericanas y los italianos se disponían, de acuerdo con la tradición, a terminar otra guerra en el lado de los vencedores, después de haberla iniciado en el bando opuesto.
Es una forma comprometida de entender el cine, de sumergirse en el pueblo, política y socialmente. Un cine testimonial, que pretendía radiografiar una sociedad en sus clases más menesterosas. Con aire documental, socialmente analítico, lejos de las grandes superproducciones. Un cine renovador, con concepciones originales (buena cantera de futuros famosos actores y directores, algunos de los cuales luego hicieron otro tipo de cine más rentable), y además tristísimo.
El neorrealismo ha sido el conjunto de películas más deprimentes que se ha hecho. Éxito tuvo en los foros universitarios y en las revistas político-culturales. De público, la verdad sea dicha, bastante poco. Este movimiento se considera de hecho inaugurado con la presentación de este film, un trabajo de Roberto Rossellini, uno de los autores más comprometidos con él y cuyo guión, según se cuenta, fue dictado por un jefe de la Resistencia. Su historia era la típica: lucha contra los alemanes, represiones, muertes injustas, torturas. Todo ello con un aire de realismo y de autenticidad que resultó evidentemente conmovedor y que supuso un reconocimiento indiscutible para la película y, por extensión, para el movimiento que prácticamente iniciaba.
Roma, ciudad abierta cuenta los movimientos subterráneos de resistencia que se dieron en la capital italiana durante la ocupación de los nazis alemanes. Rossellini consiguió con este film impactar y hacer surgir ideas de las aletargadas mentalidades de los cineastas italianas. Así, la cinta fue, además de un abanderado de su estética, un portavoz de la nueva Italia que surgía en la posguerra.

A lo largo de la película, asistimos a una serie de conflictos personales entre los diversos personajes, donde se mezclan agentes de la Gestapo, amantes, prostitutas, un sacerdote que lleva mensajes a la Resistencia y jefes de partidas que se enfrentan al ejército de ocupación. Todo ello con un aire de reportaje en directo y de rodaje clandestino; algo fuera de lo real, ya que el propio director tuvo incluso que llegar a vender pertenencias personales para hacer frente a los gastos.
Roma, ciudad abierta es una película de gran valor histórico, novedosa en su momento y muy honrada. Una forma de entender el cine que ha dejado su influencia, pero que bordea más los terrenos de la literatura y el intelectualismo que lo que el público realmente reclama. Surgió en ella también la figura de una excelente actriz: Anna Magnani, que a partir de aquí inició una carrera de honda repercusión, con un concepto del arte dramático donde lo racial se imponía a lo cerebral, donde el impacto de la mirada se sobreponía a otros atributos a los que las italianas han sido muy aficionadas.
Antes de este papel, la actriz ya había destacado en Ossesione, una adaptación de El cartero siempre llama dos veces realizada por Luchino Visconti. También con este director rodó Bellíssima, una interpretación en la que demostró su capacidad para traspasar la pantalla y emocionar al espectador. Junto a otras actuaciones como en L’Amore, también de Rossellini, dio el salto a Hollywood, donde consiguió un Oscar por su participación en La rosa tatuada (1955), basada en una obra de Tennesse Williams escrita para ella. La industria americana le ofreció más películas, pero sólo aceptó trabajar en Viento salvaje, dirigida por George Cukor, Piel de serpiente, de Sidney Lumet y con Marlon Brando, y El secreto de Santa Vittoria, junto a Anthony Quinn.
En cuanto al director, Roberto Rossellini, cuando abandonó sus estudios de Literatura y Filosofía empezó a rodar cortos documentales, hasta que en 1941 comenzó a dirigir largometrajes. Sus mejores realizaciones corresponden al movimiento neorrealista, siendo su representante máximo y renovando la expresión cinematográfica en los años 40 con sus rodajes en escenarios naturales, actores no profesionales e historias que son casi documentales. Destacan Roma, ciudad abierta o Paisá.
Tras esta etapa clave en su cine, dirigió filmes centrados en la espiritualidad, Il miracolo o Giovanna d’Arco al rogo, y títulos que rayaron lo autobiográfico, como Te querré siempre o Stromboli. Esta última película, rodada en la isla del mismo nombre, supuso el nacimiento de su relación con la actriz Ingrid Bergman. Además de ésta, rodaron otros seis filmes más juntos, que resultaron auténticos fracasos de crítica y público. Recuperó el éxito en 1959 con El general de la Rovere, una historia sobre la Resistencia. Empezada la década de los 60, el director volvió a sorprender con su innovadora proclama: “El cine ha muerto, viva la televisión”. De acuerdo con esta idea, dedicó sus últimos trabajos al nuevo medio, en el que Rossellini veía enormes posibilidades didácticas.

Muerte de un ciclista

MUERTE DE UN CICLISTA - 1955
  • Director: Juan Antonio Bardem
  • Intérpretes: Lucía Bosé, Alberto Closas, Carlos Casaravilla, Bruna Corrá, Otello Toso, Julia Delgado Caro, Matilde Muñoz Sampedro.
  • Productor: Georges de Beauregard y Manuel J. Goyanes
  • Guión: Juan Antonio Bardem, sobre un argumento de Luis Fernando de Igoa.
  • Fotografía: Alfredo Fraile
  • Montaje: Margarita de Ochoa
  • Decorados: Enrique Alarcón
  • Música: Isidro B. Maiztegui
  • Galardonada con el premio de la crítica en el Festival de Cannes.

Sinopsis: Mientras se desplazan en coche por una carretera poco transitada, Juan y su amante, María José, atropellan a un ciclista, al que dejan muerto sobre la calzada. Convencidos de que su acción no ha sido contemplada por nadie, continúan haciendo su vida normal, ella como esposa de un rico industrial y él como profesor de Geometría Analítica en la universidad. Sin embargo, se equivocan.

Comentarios: Producción hispano-italiana en la cual Bardem se sale de las viejas normas para asumir matices de tipo intelectual y un contenido manifiestamente crítico desde las filas de una oposición ideológica latente al régimen. La película plantea una mirada airada y explícitamente crítica a los estamentos sobre cuya aquiescencia y/o apoyo se construyó el franquismo de postguerra: la clase media, encarnación del inmovilismo y la tradición; la nueva burguesía nacida al amparo del estraperlo; y, en general, los mecanismos de promoción en una sociedad cerrada y asfixiantemente totalitaria. Es por esto que el film tuvo numerosos problemas de censura, la cual obligó a cambiar el final pretendido por el director por otro más “correcto”.
Ha sabido Bardem definir los tipos con una claridad que demuestra un extraordinario espíritu de observación. Se ha recreado en acentuar lo malo y áspero que hay en la azarosa vida de los atormentados protagonistas. Ha querido reflejar el proceso psicológico con un criterio pesimista de la vida, haciendo resaltar su parte negativa, sin que en ningún momento brote un rayo de esperanza. La película recibió el premio de la Crítica en el festival de Cannes, y fue un gran éxito a nivel internacional.

Forajidos

FORAJIDOS (The killers) - 1946

  • Director: Robert Siodmak
  • Intérpretes: Burt Lancaster, Ava Gardner, Edmond O’Brien, Albert Dekker, Sam Levene, Vince Barnett, Virginia Christine, Jack Lambert, Charles D. Brown, Donald MacBride, Charles McGraw, William Conrad.
  • Productor: Mark Hellinger
  • Guión: Anthony Veiller, sobre un relato de Ernst Hemingway.
  • Fotografía: Woody Bredell
  • Montaje: Arthur Hilton
  • Dirección artística: Martin Obzina y Jack Otterson
  • Decorados: Russell A. Gausman y E. R. Robinson
  • Música: Miklos Rozsa
  • Sonido: Bernard B. Brown
  • Nominada al Oscar a mejor director, montaje, banda sonora de drama o comedia y guión.

Sinopsis: A un pequeño pueblo de carretera llegan dos matones con el encargo de eliminar a un empleado de la gasolinera. Tras llevar su misión a cabo, se pone en marcha una investigación para conocer la vida del difunto, un antiguo boxeador que comenzó a meterse en líos tras conocer a Kitty Collins.

Comentarios: Fue éste 1946 un año pródigo en cintas de cine negro; historias de gángsters y detectives con unos nexos en común: por un lado, la atmósfera cargada, agobiante y claustrofóbica en que nos vemos envueltos, gracias a las maravillosas fotografías en glorioso blanco y negro; por otro lado, la enrevesada trama, llena de ritmo, acontecimientos y suspense más psicológico que físico; y como factor primordial, la presencia de una mujer fatal, de una auténtica vampiresa que llevará al sufrido protagonista a la perdición en su deseo de conquistarla. Y como muestra, un botón, o varios. Títulos de la calidad de Forajidos, El sueño eterno, El cartero siempre llama dos veces, Gilda o Encadenados así lo atestiguan. Un género que nace en 1941 con El halcón maltés, y que en la década de los 40 tendrá otros exponentes tan míticos como El último refugio, Perdición, Laura, Tener y no tener, La mujer del cuadro, La dama de Shanghai, Cayo Largo, Retorno al pasado, El tercer hombre o La jungla de asfalto.
En ellas aparece lo mejor del Hollywood de aquel entonces, tanto en la dirección y en la interpretación como, sobre todo, en los guiones. Auténticos maestros de la pluma fueron los creadores de estas historias que, entre otras cosas, debían salvar a la terrible censura que suponía el código Hays y la caza de brujas del senador McCarthy.
El cuento de Ernest Hemingway, publicado en 1927 en Nueva York, titulado The Killers (Los asesinos) sirvió de base para la realización de una película, como ya lo habían echo otras obras de Hemingway como Adiós a las armas (Frank Borzage, 1932), ¿Por quién doblan las campanas? (Sam Wood, 1943) o Tener o no tener (Howard Hawks, 1944). Un primer tratamiento en la guionización de la novela la llevó Don Siegel, pero su trabajo fue rechazado (no deja de ser curioso que Siegel filmase en 1964 un “remake” de Forajidos titulado Código del hampa, con Lee Marvin, Angie Dickinson y Ronald Reagan en los principales roles interpretativos). Entonces fue requerida la presencia de Richard Brooks (futuro director de películas como La gata sobre el tejado de zinc o El fuego y la palabra) y Anthony Veiller. Pero las tres cuartas partes del guión se deben a la pluma de John Huston, que trabajó en él de incógnito todas las tardes, bien porque todavía estaba movilizado por el ejército, bien por tener por aquel entonces contrato con la Warner.
Mark Hellinger, el adinerado productor del film, piensa en dar la realización a Siegel, pero éste no puede anular su compromiso con la Warner y, finalmente, acaba concediéndoselo a Robert Siomak, pues se confiesa un gran admirador de La escalera de caracol.
El guión, enrevesado y digno de Huston, está sustentado sobre la base de flash-backs, toda vez que el final parece claro desde le principio: sólo resta saber qué ha llevado a un desencadenamiento de los hechos tan dramático. Film noir por excelencia, Forajidos se empapa de un ambiente sobrecogedor (hábilmente subrayado por las notas del gran Miklos Rozsa), constituyendo un hito clave en la época dorada del cine negro, con todos los ingredientes básicos del género, y con un prodígio de femme fatale encarnado en la sensual Kitty Collins, maravillosamente interpretada por Ava Gadner. Pero, si su labor fue encomiable y fundamental en la consideración del film como una obra maestra, fue la acertada puesta en escena de Robert Siodmak la que dio el valor y categora que posee Forajidos, así como el empeño del productor Mark Hellinger, especialmente preocupado en su acabado perfecto, por encima de cualquier interés económico.
Del director, Robert Siodmak, decir que fue uno de los muchos artesanos llegados desde Europa a la meca del cine que acabaron convertidos en excelentes realizadores polifacéticos, y de un poder visual tremendo; un auténtico hombre de estudio, que igual servía para un roto que para un descosido, y que tenía como denominador común a sus películas la calidad y la profesionalidad.
El gran protagonismo del film, alrededor del cual se desarrolla toda la historia y desencadenante de la misma, es para Kitty Collins. Un papel que una jovencísima y bellísima Ava Gardner bordó a base de cinismo, belleza exótica y carácter duro, y que la convirtió en uno de los mitos sexuales de mitad de siglo. No por nada era conocida como el animal más bello del mundo. En su filmografía destacan títulos como Pandora y el holandés errante, Las nieves del Kilimanjaro, Mogambo, La noche de la iguana, La condesa descalza o 55 días en Pekín.
En cuanto a Burt Lancaster, éste fue su debut en el cine. Posteriormente, aprovecharía su antigua vida como artista de circo para protagonizar películas como El halcón y la flecha o El temible burlón, también con Siodmak. Ya convertido en actor de prestigio, lo encontramos en trabajos de la calidad de Veracruz, Apache, Duelo de titanes, Los que no perdonan, El fuego y la palabra (por la que consiguió un Oscar en 1960), De aquí a la eternidad, El gatopardo, El hombre de Alcatraz, Novecento, Vencedores o vencidos, Mesas separadas o Atlantic City. Una lista que nos demuestra bien a las claras sus dotes como actor, capaz de brillar en todo tipo de géneros y papeles.

El verdugo

EL VERDUGO - 1963

  • Director: Luis García Berlanga
  • Intérpretes: Nino Manfredi, Enma Penella, José Isbert, José Sazatornil “Saza”, José Luis López Vázquez, Mª Luisa Ponce, Alfredo Landa, José Luis Coll, Chus Lampreave, Lola Gaos.
  • Productor: Nazario Belmar
  • Guión: Luis García Berlanga, Rafael Azcona y Ennio Flaiano.
  • Fotografía: Tonino delli Colli
  • Montaje: Alfonso Santacana
  • Dirección artística: Luis Argüello
  • Decorados: José Antonio de la Guerra
  • Sonido: Felipe Fernández
  • Música: Miguel Asins Arbó
  • Galardonada con el premio de la crítica en el Festival de Venecia.

Sinopsis: Mientras se desplazan en coche por una carretera poco transitada, Juan y su amante, María José, atropellan a un ciclista, al que dejan muerto sobre la calzada. Convencidos de que su acción no ha sido contemplada por nadie, continúan haciendo su vida normal, ella como esposa de un rico industrial y él como profesor de Geometría Analítica en la universidad. Sin embargo, se equivocan.

Comentarios: Una ácida crítica social, como todas las películas de Berlanga, para la cual se apoya en el sentido del humor, la ironía y el retrato de los tópicos. Entre esta mezcolanza de documental, en unas ocasiones, y de comedia, en otras, el director valenciano cuela de manera soterrada e indirecta a la censura toda una serie de alegatos contra el régimen franquista. Para empezar, la historia es todo un panfleto en contra de la pena de muerte. En todo momento se la critica, pero desde el punto de vista institucional; no se juzga para nada al condenado ni al verdugo. Es más, a éste hasta se le justifica y se hace ver la incomprensión de que era objeto por parte de la sociedad, a pesar de lo cual lo necesitaba y premiaba por su labor; una labor que nadie estaba dispuesto a realizar, y que se veían obligados a llevar a cabo aquéllos que hacían de tripas corazón y sacrificaban sus principios por la supervivencia. Es la pena capital en sí, como ente jurídico e instrumento gubernamental, la que es puesta en entredicho mediante una inteligente dirección, un genial guión y unas magníficas interpretaciones.
A este eje argumental central en la película se le unen otros muchos secundarios, como en todas las obras de su autor. Con ese estilo personal, Berlanga nos presenta a personajes cotidianos de la realidad social, económica y cultural de la España de aquel tiempo. Y como si de un documental se tratara, vemos reflejada a través de ellos y sus vidas la sociedad, y sus defectos retratados a través del humor y el absurdo. Nos damos cuenta, gracias a la inteligente ironía que utiliza, de lo aberrante de muchas situaciones que se daban en la época y de su carencia de sentido. Todo el mérito de ello no es sino de los que, salvando los intrincados vericuetos de la censura, nos lo presentan en algo menos de hora y media de diversión corrosiva.
Aparece el tema de las relaciones prematrimoniales, algo tabú en las películas de la época, y que aquí podemos ver. En los problemas que surgían ante un embarazo de una mujer soltera y el trato por parte de la sociedad civil y eclesiástica a los novios que se casaban en semejante circunstancia.
También encontramos, bajo el manto de lo cómico, como siempre en Berlanga, la crítica al modo de adjudicación de la vivienda y a toda la política corrupta del amiguismo, el enchufismo y la recomendación. Algo que, aún a pesar de los años pasados y habiendo desarrollado una democracia mientras tanto, no parece que desaparezca del todo de nuestra cultura.
Otro aspecto que se nos muestra en el film es el del inicio del boom turístico en nuestro país. Mallorca empieza ya a estar repleta de turistas centroeuropeos y británicos. Y, cómo no, no se podía pasar por alto la pincelada haciendo referencia al buitreo de los españoles en torno a las modernas y liberadas mujeres que venían de allende los Pirineos.
No obstante, y aunque se traten todos estos puntos novedosos y un tanto transgresores para la época, el final de cada uno de ellos siempre será el política y católicamente correcto. Cómo ya ocurría en las películas americanas de cine negro, el crimen siempre paga; el bien siempre sale victorioso. Un precio que había que pagar en una época de censuras si se quería que el largometraje pudiera ser exhibido sin excesivos cortes o cambio de importancia. Pero, eso sí, una factura que, con la suficiente inteligencia, ironía y doble intencionalidad, se podía acabar volviendo contra aquéllos que la imponían.
El reparto del film es extenso y coral. Aun existiendo tres protagonistas principales, durante todo la película vemos la aparición de innumerable cantidad de caras conocidas (quizá hoy más que entonces) por delante de la cámara en pequeños papeles. Un rasgo distintivo del director valenciano.

Casablanca


CASABLANCA (Casablanca) - 1942

  • Director: Michael Curtiz
  • Intérpretes: Humphrey Bogart (Rick Blaine), Ingrid Bergman (Ilsa Lund), Paul Henreid (Victor Laszlo), Claude Rains (capitán Renault), Conrad Veidt (mayor Strasser), Sidney Greenstreet (Ferrari), Peter Lorre (Ugarte), S.Z.Sakall (Carl), Madeleine Lebeau (Yvonne), Dooley Wilson (Sam).
  • Productor: Hal B. Wallis
  • Guión: Julius J. Epstein, Philip G. Epstein y Howard W. Koch, de la obra teatral
  • Everybody’s Come to Rick’s, de Murray Burnet y Joan Allison.
  • Fotografía: Arthur Edeson
  • Montaje: Owen Mark
  • Dirección artística: Carl Jules Weyl
  • Decorados: George James Hopkins
  • Vestuario: Orry-Kelly
  • Música: Max Steiner
  • Sonido: Francis J. Scheid
  • Ganadora del Oscar a la mejor película, director y guión; nominada en actor protagonista (Humphrey Bogart), actor de reparto (Claude Rains), fotografía en blanco y negro, montaje y banda sonora de drama o comedia.

Sinopsis: Casablanca, durante la Segunda Guerra Mundial, es el punto de reunión de fugitivos de la Europa ocupada en busca de un pasaporte para América. En el Rick’s Café Américain se concentra toda una humanidad desesperada y aventurera de la que el propio Rick, apátrida sin aparentes ideales, forma parte. El mayor Strasser, del Tercer Reich, llega a Casablanca para descubrir al autor del asesinato de dos de sus agentes, cuyos salvoconductos fueron robados. Cuenta para ello con la colaboración del capitán Renault, prefecto de policía, hombre mundano y ambicioso.
Un individuo llamado Guillermo Ugarte, que trafica en el mercado negro, acude a Rick para que le guarde dos salvoconductos que ha conseguido. Rick accede y los esconde. Poco después, Ugarte, cuyo comportamiento nervioso le delata, es detenido.
Aparecen en Casablanca Victor Laszlo y su mujer Ilsa. Él es uno de los jefes de la resistencia antinazi en Europa; ella, una hermosa mujer de la que Rick se enamoró en París en extrañas circunstancias. Laszlo está dispuesto a pedirle a Rick que le facilite los salvoconductos, mientras que Renault y Strasser se proponen impedir que salgan de Casablanca.

Comentarios: El 8 de diciembre de 1941, justo después del ataque japonés a Pearl Harbour, llegaba a los estudios Warner Bros. una obra teatral inédita, “Everybody’s come to Rick’s”. Wallis hizo comprar los derechos de la obra por 20000 dólares y puso en producción el proyecto con el incitante nombre de Casablanca. A partir de ahí, todo cuanto concierne a su fabricación y rodaje inspiró toda suerte de leyendas.
Con William Wyler como director y Ann Sheridan, Ronald Reagan y Dennis Morgan como protagonistas, la idea del proyecto comenzó a tomar forma. Pero la producción no iba a ponerse en marcha tan fácilmente. Wallis desestimó a Wyler como director y solicitó los servicios de Michael Curtiz. Éste propuso para el papel del dúo protagonista a Humphrey Bogart y a Ingrid Bergman, oponiéndose a otros nombres como George Raft o Hedy Lamarr.
Aunque la película es mucho más rica e inteligente, todos los ingredientes principales están en la pieza teatral, con la única salvedad de que la heroína interpretada por Ingrid Bergman es una aventurera de virtud dudosa y Rick un hampón sin escrúpulos ni mucho carácter. Fue la aportación colectiva de los guionistas, director y productor la que hizo de Casablanca lo que es, cambiando un simple folletín propagandístico antinazi por una historia romántica que forma parte de la cultura de nuestra sociedad.
Si completar el guión fue complicado, reunir el elenco de actores no lo fue menos. A ello se fueron sumando otros muchos obstáculos que superar, como las limitaciones de tiempo impuestas por compromisos ulteriores de los principales intérpretes. El guión con el que se trabajaba estaba terminado, pero no era definitivo. Partes del mismo fueron escritas sobre la marcha, como la famosa escena final en el aeropuerto, donde ni los propios actores conocían cuál iba a ser el desenlace de la historia.
Otra anécdota curiosa está relacionada con Dooley Wilson, el actor que daba vida a Sam, el cual no tenía ni idea de tocar el piano. Sin embargo, la música se estaba rodando con sonido directo, así que mientras aquel cantaba y fingía aporrear las teclas, se colocó otro piano fuera de cámara donde sonaban, entre otras, “As time goes by”. Una melodía a la que se oponía el compositor de la banda sonora, Max Steiner, y que acabó aceptando a regañadientes.
Uno de los momentos más emotivos de la película y de su rodaje tiene lugar al compás de La Marsellesa. Cuando se hizo la escena, la mayor parte de los actores presentes en ella eran, al igual que sus personajes, fugitivos del fascismo que habían huído de la Europa nazi; así que no fue muy difícil que se identificaran con la situación y la vivieran con emoción, más que tratarse de una simple actuación.
El rodaje de Casablanca concluyó el 3 de agosto de 1942 y su estreno tuvo lugar el 23 de enero de 1943, justo en plena conferencia entre Churchill y Roosevelt en la misma ciudad de Casablanca. La película se rodó casi por completo en los estudios de la Warner Bros. en Burbank (California). Aparte de decorados propios, se usaron los de otras producciones (The Desert Song para las escenas del mercado marroquí; La extraña pasajera para la estación parisina). El único exterior se rodó en Los Angeles Metropolitan Airport. En varias películas posteriores se intentó imitar el estilo de Casablanca, pero ésta tiene algo especial que no han tenido otras: una combinación de romanticismo, exotismo y heroísmo que se transformaba en algo mágico cuando Bogart y Bergman se miraban en la pantalla. El film ganó tres Oscars: mejor película, mejor director y mejor guión adaptado.

Blade Runner

BLADE RUNNER (Blade runner) - 1982

  • Director: Ridley Scott
  • Intérpretes: Harrison Ford (Rick Deckard), Rutger Hauer (Roy Batty), Sean Young (Rachael), Edward James Olmos (Gaff), M. Emmet Walsh (Bryant), Daryl Hannah (Pris), William Sanderson (J.F. Sebastian), Brion James (Leon Kowalski), Joe Turkel (Eldon Tyrell).
  • Productor: Michael Deeley
  • Guión: Hampton Fancher y David Peoples, basado en la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick.
  • Fotografía: Jordan Cronenweth
  • Montaje: Marsha Nakashima
  • Diseño de producción: Lawrence G. Paull
  • Dirección artística: David Snyder
  • Decorados: Linda DeScenna, Leslie Frankenheimer, Tom Roysden
  • Vestuario: Michael Kaplan, Charles Knode
  • Maquillaje: Marvin G. Westmore
  • Peluquería: Shirley Padgett
  • Música: Vangelis
  • Sonido: Peter Pennell, Bud Alper, Graham V. Hartstone, Gerry Humphreys
  • Efectos especiales: Douglas Trumbull, Richard Yuricich, David Dryer
  • Nominada a los Oscar a la mejor dirección artística y efectos especiales.

Sinopsis: En un mundo futuro y oscuro, los robots son cada vez más perfectos y similares a los seres humanos. La última generación, de hecho, es casi imposible de distinguir. Sólo los “blade runner”, miembros de un cuerpo especial de policía, son capaces de diferenciarlos. Su misión es perseguir, detener y retirar a aquellos replicantes que se rebelan contra el sistema y deciden enfrentarse a un destino que les impide tener sentimientos y les pone fecha de caducidad. El agente Deckard, uno de los mejores en su trabajo, encontrará en su búsqueda del líder de los replicantes el amor y una conciencia que hasta entonces no le había dado ningún problema.

Comentarios: La trama de Blade Runner se desarrolla en la que se supone será la ciudad de Los Ángeles en el siglo XXI. Una urbe gris, lluviosa, siempre cubierta por una espesa capa de niebla, con enormes construcciones que se levantan sobre las ruinas de la antigua metrópoli. La Tierra es un planeta decadente, y lo mejor de la raza humana ha escapado hacia las colonias externas, lugares con verdes praderas.
Blade Runner es un inteligente y fascinante ensayo sobre muchas cosas: el futuro, la muerte, la existencia humana, la ética, los sentimientos, el valor humanístico de la memoria, la ingeniería genética y hasta la fotografía. Todo ello envuelto en un ropaje de imágenes barrocas, donde, de una manera arriesgada, se cruzan los estilos más diversos. Su guión posee una estructura que emana del cine negro y del western. En realidad, un “blade runner” no es más que un cazador de recompensas, un pistolero, certero y astuto, que se encuentra a sueldo de una organización que borrosamente puede parecernos que hace referencia al Estado. En suma, un policía que debe retirar (es decir, matar, poner fuera de combate) a unos replicantes, que no son más que robots ultraperfeccionados, poseedores de reacciones típicamente humanas, que tratan de salirse del destino que sus creadores les tienen reservado.
Lo anterior puede remitirnos, y de hecho lo hace, al cine negro y a su corte de matones a sueldo, policías ambiguos o detectives cansados y cínicos. También posee una factura que nos recuerda al pistolero que llega al poblado dispuesto a poner el orden, más por obligación a un salario que por convicción moral. El Deckard que interpretó Harrison Ford tiene más de un tic, de un eco, que puede ir desde el Alan Ladd de Raíces profundas a John Wayne o Gary Cooper, hartos de ser los más rápidos desenfundando en tantas y tantas películas.
Pero además, Blade Runner, película de factura moderna y aparentemente atrevida, es una historia de amor entre un hombre y una mujer; algo tan viejo como el mundo, y siempre tan atractivo y efectivo. En el fondo, es la historia de dos solitarios que descubren que llega un momento en que la soledad puede hacernos desgraciados. La soledad creativa del artista y la reflexiva del pensador o se subliman a través de la religión o algo similar, o nos pueden llevar a la desgracia.
Hay, a lo largo de toda la película, una reflexión filosófica acerca del destino y del ser del hombre. De dónde venimos y a dónde vamos. Preguntas eternas y que, por lo tanto, jamás tendrán respuesta. Lo religioso, lo cristiano, al final surge en medio de una escenografía que lo recuerda.

Pero, con todo y no ser poco, lo que cautivó la atención de muchos espectadores fue el despliegue visual y escenográfico que Ridley Scott realizó. El realizador británico se ha distinguido por las atrevidas escenificaciones que realiza y que son la concreción de un panorama estético que se fundamenta en la plástica publicitaria. Con una sólida formación en el campo de la publicidad, donde ha producido imágenes de gran belleza, Scott ha trasladado al cine muchos de los parámetros iconográficas del spot. Pero, al mismo tiempo, ha sabido imbuirlos de densidad argumental. Lo que diferencia a este director de otros, cuyas propuestas visuales son formalmente parecidas, es el hecho de que se encuentran envolviendo, por lo general, unos contenidos más densos.
Y esa visualidad está haciendo referencia a un mundo de ordenadores personales, de sonidos, de comportamientos que han hecho de la informática la razón de ser de mucha gente joven o relativamente joven. Ellos vieron en las imágenes de Scott la plasmación de muchos sueños que ahora se han hecho reales a través de las máquinas inteligentes. Lo que también hay que entender es que la película renovadora a ultranza, ejecutada por un innovador del cine, es en realidad una puesta al día, una actualización de algo muy clásico. Cambiaba el traje, pero el portador era el de siempre, desde los tiempos de Romeo y Julieta. Porque nuevamente nos encontramos con alguien que, por ser listo, culto, es lo suficientemente perspicaz como para no inventar. Ya existe El Golem, ya existe el monstruo de Frankestein, ya existe La parada de los monstruos, sólo hay que ponerlos al día y, en ese sentido, Scott borda un trabajo prácticamente perfecto.
Lo malo es, que, al margen de sus valores cinematográficos y de su comercialismo (Scott siempre ha tenido magnífico olfato para escoger actores y aquí lo demuestra), la película resulta desoladora, a pesar de sus forzadas imágenes finales. El mundo del siglo XXI no es el de una galaxia casi clínica, de vestiduras de látex blanco, con aires de fábrica ultramoderna. No. Es un lugar inhóspito, de lluvia sucia y comportamientos viejos y cínicos. Blade Runner hubiera podido interpretarla Humphrey Bogart. Una estética que ha sido pionera y que, posteriormente, ha sido copiada en la práctica totalidad de las producciones futuristas que se han realizado.
Además de este film, destacar otros de su director. En 1977, Los duelistas, basado en un relato de Joseph Conrad, abrió a Ridley Scott las puertas de Hollywood. Es su primera película norteamericana, Alien, el octavo pasajero, la que lo catapultó a la fama. A estos títulos habría que añadir otros como Legend, Black Rain, Thelma y Louise, 1492: la conquista del paraíso o la oscarizada Gladiator.

sábado, 17 de mayo de 2008

Ben-Hur


BEN-HUR (Ben-Hur) - 1959
  • Director: William Wyler
  • Intérpretes: Charlton Heston (Juda Ben-Hur), Jack Hawkins (Quinto Arrio), Haya Harareet (Esther), Stephen Boyd (Messala), Hugh Griffith (Sheik Ilderim), Martha Scott (Miriam), Cathy O'Donell (Tirzah), Sam Jaffe (Simonides), Finley Currie (Baltasar), Frank Thring (Poncio Pilato), Terence Longdon (Druso), George Relph (Tiberio), André Morell (Sexto).
  • Productor: Sam Zimbalist
  • Guión: Karl Tunberg, basado en la novela del General Lew Wallace.
  • Fotografía: Robert L. Surtees
  • Montaje: John D. Dunning, Ralph E. Winters
  • Dirección artística: Edward Carfagno, William A. Horning
  • Decorados: Hugh Hunt
  • Vestuario: Elizabeth Haffenden
  • Maquillaje: Charles Parker
  • Peluquería: Gabriella Borzelli
  • Música: Miklos Rozsa
  • Sonido: Franklin Milton
  • Efectos especiales: A. Arnold Gillespie, Robert MacDonald, Milo B. Lory
  • Ganadora de los Oscar a la mejor película, director, actor principal (Charlton Heston), actor de reparto (Hugh Griffith), montaje, fotografía, dirección artística, diseño de vestuario, banda sonora de drama o comedia, sonido y efectos especiales; nominada al mejor guión adaptado.

Sinopsis: Dos antiguos e íntimos amigos de la infancia, Judá Ben-Hur y Mesala, se vuelven a encontrar después de largos años. El primero es un príncipe judío, fiel a su propia patria y a la amistad, pacifista y tradicional. El segundo llega desde Roma convertido en tribuno y con una concepción distinta del mundo: el Imperio y su ambición están por encima de cualquier otra cosa, y no dudará en anteponer su amistad y acusar de traición a Ben-Hur con tal de lograr ascender y obtener mayor prestigio político.
Judá es injustamente condenado a galeras y su familia encerrada en prisión, comenzando a partir de ahí la epopeya del protagonista en pos de su venganza, a la vez que va descubriendo una nueva doctrina que emerge en Palestina: el cristianismo.


Comentarios: Una de las mayores superproducciones de la historia del cine, producida por Sam Zimbalist para la Metro Goldwyn Mayer y basada en la novela del General Lew Wallace. Ganó 11 Oscar, todo un récord sólo igualado hasta ahora por Titanic. La escena de la carrera de cuádrigas es uno de los momentos cumbre en la historia del Séptimo Arte, que supuso ella sola tres meses de rodaje. Además de ésta, existen otras escenas fastuosas y memorables, que supusieron todo un reto técnico y artístico para el equipo del film, como la batalla naval en la que participa la galera donde Ben-Hur está preso.
La película entera desprende fastuosidad, majestuosidad, suntuosidad y nos deja ese sentimiento de estar presenciando uno de esos espectáculos más grandes que la vida misma, que sólo el cine es capaz de regalarnos de cuando en cuando. De hecho, en su rodaje en los estudios romanos de Cinecittá participaron trescientos setenta y cinco intérpretes y más de cincuenta mil extras.
Acorde con esta grandiosidad encontramos también la música de Miklos Rosza, todo un especialista en componer para películas de esta época. No sabemos si en tiempos del Imperio Romano existirían este tipo de fanfarrias y composiciones, pero lo que sí está claro es que, para nosotros, cuando los antiguos romanos hacían sonar su música, ésta debía de hacerlo como la del compositor húngaro.
Recordar también que ya en 1925 fue rodada otra versión de Ben-Hur, dirigida por Fred Niblo, protagonizada por Ramón Novarro y producida por el gran Irving Thalberg, y que, al igual que en esta que nos ocupa, supuso todo un despliegue de medios y de dólares, que significó el lanzamiento hacia la cima de la industria de Hollywood del recién creado estudio Metro Goldwyn Mayer.
Aparte de toda esta megalomanía presente en la película, el argumento nos cuenta cómo la amistad de la infancia que mantenían Ben-Hur y Mesala se ve rota por la ambición de éste, y cómo el protagonista cambia sus ideas pacíficas y no violentas por el afán de conseguir un solo propósito: lograr su venganza. Un sentimiento que es el que le hace seguir aferrándose a la vida y soportar y superar todas las penalidades que se le van presentando. Algo que no le dejará pensar en nada más, y que no le dejará vivir tranquilo, lleno de ira y odio como está. Pero, al final de la historia, el malo verá cómo sus actos son castigados, mientras que nuestro protagonista será redimido tras conocer a Jesucristo y quedar su alma en calma. Toda una moraleja con el trasfondo de la dominación romana de Palestina y el nacionalismo judío, para mayor gloria de los estudios Metro Goldwyn Mayer, en un alarde de medios, de conocimientos técnicos y artísticos, y desarrollo interpretativo.
El encargado de llevar todo esto a cabo fue el director de origen alemán William Wyler, todo un profesional de los estudios, sobrio y eficaz, especialista en realizar adaptaciones de novelas para la gran pantalla y, sobre todo, un todoterreno capaz de rodar cualquier cosa que le mandaran con una enorme calidad. Entre su filmografía destacan títulos como Jezabel (1938), Cumbres borrascosas (1939), La carta (1940), La loba (1941), La heredera (1949), La señora Miniver (1942), Los mejores años de nuestra vida (1946), Vacaciones en Roma (1953), Cómo robar un millón (1966), Horizontes de grandeza (1958), La calumnia (1962), Horas desesperadas (1955), Brigada 21 (1951), Funny girl (1968) o Ben-Hur (1959). Recibió tres Oscar a lo largo de su carrera, por su dirección en La señora Miniver, Los mejores años de nuestra vida y Ben-Hur. Además, fue un grandísimo director de actores y actrices; trece estatuillas a la mejor interpretación fueron ganadas en películas rodadas por él, y un total de treinta y siete Oscar fueron a parar a filmes que él realizó. Como podemos comprobar, William Wyler ha sido uno de los más grandes realizadores que el cine ha dado, y uno de los más premiados por Hollywood.
No podemos olvidarnos del actor que dio vida al protagonista, a Judá Ben-Hur, Charlton Heston: el intérprete por excelencia de héroes épicos en las superproducciones de Hollywood en los 50. Es en 1954 cuando empieza a destacar tras su papel en Cuando ruge la marabunta. Pero es en 1956, y de la mano de Cecil B. De Mille, cuando alcanza el estrellato interpretando a Moisés en Los diez mandamientos, un trabajo que marcó durante años sus personajes. En esta línea se sitúa Ben-Hur (1959), El Cid (1961), El señor de la guerra (1965) o El planeta de los simios (1967). Ya en los 70, los cambios en la industria y en los gustos del público hicieron que las grandes catástrofes se convirtieran en los filmes de gran presupuesto, y la imagen de luchador del actor casó perfectamente con el género. Entre 1972 y 1978 formó parte del reparto de clásicos como Terremoto, Aeropuerto 1975, Alerta roja: Neptuno hundido y Pánico en el estadio.