lunes, 20 de octubre de 2008

Diario de una ninfomana.

Drama / SINOPSIS: Val tiene 28 años, estudios universitarios, un gran atractivo y una cómoda posición económica. Es además una mujer muy liberada que busca constantemente nuevas experiencias para saciar su curiosidad sexual. Se acuesta con quien quiere y cuando quiere. Vive al límite, lo que le comporta numerosos problemas con los hombres, con su trabajo y con sus amigos. Todo ello, unido a la muerte de su abuela, provoca un punto de inflexión en su vida. Tras ser despedida, conoce a Jaime, un hombre del que se enamora perdidamente. Junto a él vive un largo idilio plagado de altibajos. La relación se rompe de manera traumática. Val, desesperada, está a punto de acabar con su vida. Está inmensamente sola, tiene muchas deudas que saldar y su autoestima está bajo mínimos. Decide entrar a trabajar en una casa de prostitutas de lujo. Al principio se siente completamente satisfecha: da rienda suelta a todas sus fantasías sexuales y, además, gana una gran cantidad de dinero. Pero pronto descubre la cara más sórdida de la prostitución. (FILMAFFINITY)

Aquí está el cartel de la discordia, su prohibición por parte de la empresa que gestiona la publicidad de las marquesinas de transporte de autobuses en Madrid le ha dado más fama de la que se hubiera podido pagar. Pólemicas aparte éste fue el estreno por el que me decidí este fin de semana. Un acierto sin duda, aunque acusada de ser algo cursi e involuntariamente graciosa por su narrativa, a mi me gustó. Su banda sonora me parece de lo mas acertada y me encantó. Belén fabra no deja nada a la imaginación, totalmente justificadas todas las escenas subidas o muy subidas de tono. Incluso Leonardo Sbaraglia hace una buena actuación en un papel que le viene al pelo. Mi recomendación es que vale la pena gastarse los 5 euros en ver esta pequeña y buena sorpresa.

2 comentarios:

Maquiavella dijo...

La película está muy bien.No me esperaba gran cosa y me llevé una agradable sorpresa.Os la recomiendo.

José Alfonso Rueda dijo...

Grandísima publicidad, además de gratuita, la que se ha encontrado gracias a los responsables de la publicidad en las marquesinas de Madrid.