Ayer estuve viendo "Quantum of Solace", la última entrega de la saga de 007 (ya van por 22 oficiales y 2 no oficiales). La película está entretenida y es la típica cinta de acción de hoy en día, muy al estilo de otra Bourne más, pero desde luego no es un film de James Bond para nada. El nombre es lo único que tiene.
En este vigésimo segundo título echo en falta muchos de los tópicos ya clásicos e imprescindibles del personaje: su sarcástico sentido del humor, sus comentarios ácidos y diálogos inteligentes, el martini con vodka agitado pero no removido, el glamour, su punto de machismo trasnochado, el Aston Martin, los inventos de Q, el tema de 007 compuesto por Marty Norman y John Barry sonando durante las secuencias de acción y, sobre todo, su típica presentación, "Bond, James Bond".
A ver si nos enteramos, Bond no es un héroe de acción más, armario empotrado que lo resuelve todo a base de hostias, saltos, carreras, explosiones y efectos especiales; Bond, James Bond es 007, con licencia para matar, al servicio secreto de su majestad, un picha brava con encanto, elegancia, graciosete con los malos, a la última en tecnología, para nada abstemio que al igual que Cruyff piensa que correr es de cobardes y que si puede evitar ensuciarse las manos, lo hará.
En este vigésimo segundo título echo en falta muchos de los tópicos ya clásicos e imprescindibles del personaje: su sarcástico sentido del humor, sus comentarios ácidos y diálogos inteligentes, el martini con vodka agitado pero no removido, el glamour, su punto de machismo trasnochado, el Aston Martin, los inventos de Q, el tema de 007 compuesto por Marty Norman y John Barry sonando durante las secuencias de acción y, sobre todo, su típica presentación, "Bond, James Bond".
A ver si nos enteramos, Bond no es un héroe de acción más, armario empotrado que lo resuelve todo a base de hostias, saltos, carreras, explosiones y efectos especiales; Bond, James Bond es 007, con licencia para matar, al servicio secreto de su majestad, un picha brava con encanto, elegancia, graciosete con los malos, a la última en tecnología, para nada abstemio que al igual que Cruyff piensa que correr es de cobardes y que si puede evitar ensuciarse las manos, lo hará.
2 comentarios:
picha brava, jejejejeje.
No soy yo mucho de James Bond, pero seguro que nuestro ilustre camachuelo tiene razón y han intentado, una vez más, suplir la falta de ideas con imágenes espactaculares. Por cierto que he votado a los dos únicos malos que me suenan y al pescailla.
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