Anoche estuve volviendo a ver esta enorme película de Paul Newman y Robert Redford, poniendo rostro a dos legendarios forajidos del oeste americano: Butch Cassidy y Sundance Kid. Dos ladrones de bancos y trenes que en esta cinta de George Roy Hill aparecen rodeados de un halo de romanticismo y simpatía que posiblemente no tuvieran los verdaderos.
Pero, ¿eso a quién le importa mientras disfruta de la película? Una película que tiene, a mi entender y creo que al de la mayoría de quienes la conocen, una canción y tres escenas absolutamente memorables. Ahí van.
Pero, ¿eso a quién le importa mientras disfruta de la película? Una película que tiene, a mi entender y creo que al de la mayoría de quienes la conocen, una canción y tres escenas absolutamente memorables. Ahí van.
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