lunes, 21 de julio de 2008

Casablanca

¿Qué decir de ella? Su entrada en Wikipedia es enorme. Me limito a poner algunos trozos sacados de ahí y alguna imagen de YouTube.

Errores
El filme tiene varios defectos lógicos, de los cuales el más notorio es acerca de las «cartas de tránsito» que permitirían a los portadores abandonar el territorio de la Francia de Vichy. No queda claro si Ugarte dice que las cartas han sido firmadas por el general del ejército francés de la Francia de Vichy Maxime Weygand o por el general Charles de Gaulle, líder de la Francia Libre. Parte de la confusión se origina por la diferencia entre lo que está escrito y lo que se dice. El audio claramente menciona: «de Gaulle» y los subtítulos en inglés del DVD oficial escriben: «de Gaulle». Pero la versión francesa escribe «Weygand». Weygand había sido el delegado general de Vichy para las colonias nord africanas hasta un mes antes de la fecha en que se produce el filme. En cambio, De Gaulle estaba en ese momento a la cabeza del gobierno de la Francia Libre y era el enemigo del regimen de Vichy que controlaba Marruecos. De hecho, una corte marcial condenó a De Gaulle el 2 de agosto de 1940 por traición in absentia y lo sentenció a purgar su pena en prisión. Estando así las relaciones entre los dos bandos enemigos, parece ilógico que una carta firmada por De Gaulle produjera algún beneficio. En un caso de auténtico MacGuffin, las cartas de libre tránsito fueron inventadas por Joan Allison para la obra de teatro original y por eso nunca se cuestionó sobre su viabilidad en la vida real. Es más, incluso en la cinta misma, Rick le sugiere a Renault que las cartas no permitirían la salida de Ilsa, dejando solo a Laszlo: «La gente ha sido retenida en Casablanca a pesar de sus derechos legales».
Asimismo, aunque Laszlo asevera que los nazis no pueden arrestarlo debido a que «esto es todavía una Francia no ocupada; cualquier violación a la neutralidad se proyectaría sobre el capitán Renault», Ebert señala que «no tiene sentido que él pueda andar caminando por allí libremente... Hubiera sido detenido en cuanto fuese visto». Ante esto, otros, como Harmetz, sugieren que en realidad a sabiendas Strasser le permite a Laszlo moverse libremente, con la intención de que suelte los nombres de los líderes de la Resistencia en la Europa ocupada a cambio de que a Ilsa se le permita salir para Lisboa.
Entre los errores se cuentan además una versión equivocada de la bandera del Marruecos francés. Renault afirma que estuvo «con ellos [los estadounidenses] cuando ‘metieron la pata’ en Berlín en 1918», pero tanto la capital tedesca no fue tomada en la Primera Guerra Mundial como tampoco ninguna tropa alemana uniformada puso un pie en Casablanca durante la Segunda Guerra Mundial.
Hubo también errores de continuidad inevitables. Por ejemplo, en la escena final, la casaca militar del mayor Strasser llega a ser vista con y sin charreteras, y cuando muere, cae al suelo agarrando todavía la bocina del teléfono, siendo que en la toma previa se muestra que el cable no era lo suficientemente largo. Otro error de este estilo sucede en la escena en la que Rick deja París a bordo del tren, allí se aprecia con claridad que su abrigo se empapa por la lluvia abundante; pero en cuanto pone un pie sobre el tren súbitamente aparece seco. La actitud de Curtiz ante estos detalles fue simple: decía «lo hago ir tan rápido que nadie se da cuenta».

Rumores
Numerosos rumores e historias se han ido tejiendo en torno a la cinta.
Ronald Reagan estaba en servicio en la Fuerza aérea estadounidense cuando se filmó Casablanca.
Se llegó a afirmar que el entonces actor Ronald Reagan había sido elegido originalmente para interpretar el papel de Rick. Este rumor nació temprano, durante una de las exhibiciones que el estudio otorgó a la prensa cuando el filme estaba aún en desarrollo, pero para ese momento el estudio ya sabía que Reagan estaba comprometido con la Fuerza aérea estadounidense y nunca fue tomado en cuenta.
Otro de los rumores famosos sobre la película es aquel que afirma que los actores no supieron hasta el último día de filmación cómo terminaría la historia. De hecho, la obra original (que por cuestiones técnicas se desenvuelve por completo dentro del Café) terminaba con Rick enviando a Ilsa y a Víctor hacia el aeropuerto. Durante la adaptación del guión se discutió la opción de hacer morir a Laszlo en Casablanca, lo que hubiera permitido que Rick e Ilsa volaran juntos, pero —como Casey Robinson le escribiera a Hal Wallis previo el inicio de la filmación— el final de la historia «está hecho para que haya un giro oportuno en el momento en que Rick la envíe en el avión con Víctor. Entonces así, haciendo eso, no sólo está resolviendo el triángulo amoroso. Está forzando a la chica a estar a la altura del idealismo de su naturaleza, obligándola a cargar con el peso de un trabajo que en estos días es más importante que el amor entre dos personas insignificantes». Hubiera sido ciertamente imposible presentar una Ilsa que dejara a Laszlo por Rick, pues el código estadounidense de producción cinematografica de 1930 prohibía exhibir a una mujer dejando a su marido por otro hombre. La disputa como tal no era, pues, sobre si Ilsa se iría con Laszlo, sino sobre cómo esta solución podía ser resuelta en el guión. Así que es posible que el rumor se propagase a partir de un afirmación de Ingrid Bergman en la que dijo que ella no sabía de qué hombre tenía que enamorarse. Sin embargo, y puesto que el guión se reescribe a lo largo de todo el rodaje, la revisión de Aljean Harmetz concluye que muchas de las escenas claves habían sido ya filmadas cuando Bergman hizo el comentario, y que ya sabía cómo terminaría el filme: por lo tanto, la confusión fue, en todo caso, «emocional» y no «factual».



1 comentario:

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Que voy a decir de esta pelicula que no hayais dicho ya vosotros? Fantastica, un clasico, esto es historia del cine.

Y en cuanto a la bella Ingrid Bergman, no solo que estaba enamorado de ella cuando era un chaval, sino que sigo enamorado de esta maravilla de mujer.

Un abrazo.