miércoles, 13 de agosto de 2008

Con la muerte en los talones

Hoy, miércoles 13 de agosto, a las 22 horas en la Casa del Inca, proyección de la película Con la muerte en los talones (Alfred Hitchcock, 1959) dentro del Cineforum de verano 2008.
Con la muerte en los talones es una película dirigida en 1959 por Alfred Hitchcock y protagonizada por Cary Grant, Eva Marie Saint, James Mason, Martin Landau, Leo G. Carroll.
SINOPSIS: Un ejecutivo del mundo de la publicidad, Roger O. Thornhill, es confundido a causa de un malentendido con un agente del gobierno llamado George Kaplan por una organización de espionaje. Secuestrado por tres individuos y llevado a una mansión en la que es interrogado, consigue huir antes de que le maten. Cuando al día siguiente regresa acompañado de la policía, no hay rastro de las personas que había descrito.
Ver Con la muerte en los talones es toda una experiencia, una sobredosis de evasión, un paradigma del cine como diversión. De acuerdo, no es muy lógico que se intente matar a alguien disparándole desde una avioneta fumigadora, pero el entretenimiento de este formidable filme de intriga nos embauca de tal manera que, atrapados por el talento del maestro Hitchcock, renunciamos a cualquier exigencia de credulidad para deleite de uno de los films de espionaje más cautivadores de la historia del cine.
Partiendo de lo más absurdo de todo, un error en una llamada de teléfono, Hitch va construyendo una especie de parodia del cine de espías, a base de un error tras otro, de un hecho absurdo seguido de otro hecho más absurdo aún. Pero el acierto de esta película está en no tomarse en serio a si misma. No deja de ser una grandísima broma de Hitchcock, una tomadura de pelo al espectador. Probablemente, si el magnífico guión de Ernie Lehmann hubiera caído en otras manos, habría acabado siendo una mera película de espías, con buenos y malos claramente diferenciados. pero con el maestro se convierte en una comedia que roza momentos de puro surrealismo, como el hecho de que la madre de Cary Grant fuera sólo 10 meses mayor que él, o la escena de la borrachera en la comisaría o la subasta son pura antología del surrealismo y el absurdo más gratuito. Pero ninguna como la del avión. Sin nada que fumigar, Hitchcock nos pone un avión en medio de la nada, la forma más absurda de matar a alguien, y consigue que quede estupendamente, ya que otro director hubiera hecho que nos sintiéraos estúpidos ante esa gratuidad de la imagen.
Fuente: www.filmaffinity.com/es

1 comentario:

Maquiavella dijo...

Me gustó mucho.Le he puesto un 9 en filmAffinity.